lunes, 25 de noviembre de 2013

Las hijas de Lilith



No te trajo a este mundo
la costilla de un hombre.
No dio vida a tu barro
el aliento de dioses.
Tú has nacido del vientre
de una mujer despierta
que navega en el tiempo
dando a luz primaveras.

La manzana mordiste.
No me diste a probar.
Abriendo tu camino
cual torrente ancestral.
No eres ángel celeste
sumiso o redentor
ni el diablo que arrastra
al fuego al pecador.

No vas a llorar conmigo,
ni elevarte a las alturas,
no soy tu media naranja,
eres fruta entera y madura,
eres la duda que quema,
olor a tierra mojada
tras la lluvia que trajo el verano
en el que ardió mi atalaya.
No quieres mi luz ni mi consuelo,
eres la herida encarnada.
Hija de Artemisa y de Lilith,
quizá regreses al alba.

Tú no esperas mi regreso
tejiendo tristes sudarios.
No he de buscar detrás de mí,
pues yo camino a tu lado.
Eres la luna radiante
a la que aúllan los lobos,
la que mecen las mareas,
la que veneran los locos.

No vas a llorar conmigo,
no soy tu media naranja,
eres la duda que quema,
quizá regreses al alba.
Hija de Artemisa y de Lilith,
quizá regreses al alba.

1 comentario:

  1. Vaya con Serrano, si que parece jamón curado; que delicia que un hombre eleve su voz y que lo cante así. Bravo!

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