Gracias por ser mujer
«Doy gracias a los dioses
por haber nacido libre y no esclavo,
hombre y no mujer».
(Escrito por Platón hace 2.400 años)
Yo también doy gracias a los dioses pero, al contrario del filósofo, por haber nacido mujer, por no declarar guerras, ni enviar soldados a morir o matar, por no participar en el Holocausto o en el resto de genocidios, por no formar parte de un pelotón de ejecución, por no entrar en un país con el ejército vencedor, por no asolar, ni devastar, ni avasallar. Doy mil gracias por no trabajar como verdugo, ni torturador, ni torero. Porque en las fiestas del pueblo no necesito alancear toros, ni tirar cabras del campanario, ni cortar cabezas a gallos ni maltratar a ningún ser vivo. Doy gracias por no ser dictador, ni formar parte del tribunal de la Inquisición, por no condenar a nadie al patíbulo si piensa de forma diferente. Doy gracias por no batirme en duelo, por no manejar armas, por anteponer la fuerza de la razón a la razón de la fuerza.
Doy gracias por todos los hombres que conozco que no necesitan emplear la fuerza ni la violencia para convivir, por los que son conciliadores, por los que aman a los animales, por los que no se sienten obligados, a la menor provocación, a usar los puños.
Doy gracias por las familias y los centros escolares que educan en libertad, responsabilidad y valores, a personas, no a chicos ni chicas.
Doy gracias porque espero y necesito creer que esta sociedad cada vez será más justa y más racional.