El hilo de Ariadna tomado entre las manos dibuja íntimos paisajes femeninos.
El hilo vincula fronteras, no se deshace; se constituye en cordón umbilical, alma nutricia de cada ser vivo del planeta.
Lúdicas hebras de la gran madeja esclarecida enlazan los jardines de la vida.
Las mujeres de Ariadna caminan hacia la paz, cultivando la vida, la bella vida, la vida libre.
Las hilanderas se muestran prestas a tejer el amanecer florido y perfumado.
Sólo el amor sabe de las artes mas antiguas que el tiempo
Bienvenid@s a los Jardines de Ariadna ¡¡¡
kova d onga***diálogos con ovillo
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